
Hice un nuevo “cambio de domicilio”… ¡Espero que sea el último de mi vida!... Hice un acuerdo amigable con el dueño del inmueble, el cual es mi amigo y colaborador en la ejecución de videos que estoy haciendo como parte de mi Auto-biografía que ando colocando en la Internet…
El “cambio” puede ser más profundo… Mi corazón me anda avisando: -Una hora cualquiera puedo parar de latir… Él late varias veces seguidas y para un poco, antes de continuar (o por lo menos así lo parece: tal vez continua a latir de forma imperceptible por los sentidos)… No voy a ir atrás de médicos para saber lo que eso significa y “caer en las manos de ellos”…
Ellos, la Medicina como un “todo”, son sucesores de la Santa Inquisición Medieval (o uno de los “sectores” en que aquélla institución se dividió y se presenta hoy en día con “nuevos ropajes” para continuar a ejercer su dominio e influencia sobre la “libre voluntad” de los hombres)… Estos como aquéllos, se presentan como “dueños de la Verdad”, como “señores de la Vida y de la Muerte” (en el caso de la vieja institución, era peor todavía, al se atribuir el derecho a castigarnos o premiarnos por “toda la Eternidad”, más allá de esta vida, cuando nos mandaban para el Cielo o para el Infierno por toda la Eternidad, conforme el grado de nuestra submisión o no sometimiento a su autoridad).
Esta institución actual, es un poco más modesta que aquélla, al atribuirse derechos apenas sobre “nuestra vida actual”… A pesar de esta no hacer su “ejercicio de poder” sobre nuestras voluntades de una forma tan ostensiva como aquélla, hace su “propaganda subliminar” a través de los modernos medios de comunicación, apelando para nuestro “miedo de morir” como “herramienta de coacción”, nos haciendo creer que si nos sometemos a su Santa Ciencia evitaremos “ad infinitum” aquello que tanto tememos: ¡El enfrentamiento de la Parca del Umbral!...
Resultado: abuso de autoridad de la Medicina actual sobre las “masas”. Ella, la Medicina, se apartó de sus orígenes humanitarias, cuando se dedicaba a hacer más amena nuestra “peregrinación” por este “valle de lágrimas” que es el mundo, curándonos de nuestras enfermedades y aliviando nuestros dolores… Ahora ya, se nos presenta como verdadera “dueña” de nuestras voluntades a cambio de una “promesa no – explícita y subliminar” de que nos sometiendo a su “santa voluntad y conocimientos”, conseguiremos evitar aquello que tanto tememos…
¡No iré al médico, no!... Sigo las indicaciones de San Juan de la Cruz, dejando mi vida a merced de la Voluntad Suprema del Creador, este que sabe realmente de los Misterios más profundos de Su Universo Vivo y del origen y destino de nuestras vidas que por Él nos fueron dadas, y que por tanto, solo a Él pertenecen y no a la “Santa Inquisición Versión III Milenio”…
Si estoy todavía vivo, es porque mi vida está entregada en las manos del Verdadero Dueño de ella, pues si yo hubiese cedido al asedio de la Medicina como hizo mi madre, seguramente que como ella ya estaría muerto (ella murió a los 51 años y yo voy a hacer ya 71)…
Conocedores de “verdades relativas” se presentan delante de mí como si fuesen Conocedores de Verdades Absolutas: ellos quieren se apoderar de mi voluntad metiéndome miedo y con falsas promesas de salvarme de tener que enfrentar lo Inevitable… A vosotros os digo: -¡Yo ya estuve varias veces delante de “aquélla tan temida”, y a pesar de que la enfrenté titubeante, ahora ya estoy más preparado para enfrentarla sin pestañear!... ¡Jamás me encadenaréis con vuestras “cadenas invisibles”!...
Cavalcante – 24 / I / 2010.
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