Mi mujer tiene virtudes, pero su cabeza está bastante “estropeada”.
Aunque parezca cruel la idea sobre ella que pasó hoy por mi cabeza, esa idea es realista: ¡El hecho de ella estar viviendo apenas vegetativamente, tiene su lado bueno!... Mis hijos tienen buenas cabezas, y mucho mejor noción de las cosas que ella, a pesar de su juventud: ¡aguantar la “autoridad de madre” de la vieja, era un dilema!... Ella queriendo tomar decisiones sobre rumbos a ser seguidos por el grupo familiar, con su visión defectuosa de las situaciones, era peor que aguantar ella en la situación actual, inoperante y totalmente dependiente de la voluntad de los hijos…
Ella solo tuvo un poco de estabilidad en la vida, en los tiempos que quedó a mi sombra, por que ella por sí misma solo hacía dar cabezadas en todas las “esquinas de la vida”, eso mientras ella era sola e independiente…
¡Dios sabe lo que hace!... Pero para mí, que conviví muchos años con ella, me parece que la situación de mis hijos mejoró después que ella quedó “fuera de acción”…
15 / III / 1998 – Brasilia.
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