
Soñé… Yo hablaba cosas que no sentía como verdaderas dentro de mis convicciones íntimas… Hacía eso porque sabía que si yo dijese la verdad de los que sentía “dentro de mí”, eso generaría discusiones interminables, pues no había “acuerdos posibles” con mi interlocutor…
El sueño es resultado de vivencias recientes: un viejo amigo español que vive en Brasil como yo, después de construir un pequeño “imperio” constituido de varias casas, inmuebles y familia bien constituida, después de viejo, queriendo volver a España, para allí encontrar mayor bienestar y estabilidad… Siento que ese amigo pasa por una situación semejante a la del “Viejo de Narayama”, no queriendo encarar la propia finitud de todo lo que es y tiene de “este mundo”, él no quiere encarar la realidad de que “somos polvo y al polvo tendremos que volver de forma inapelable”… si no construimos “dentro de nosotros” “Algo Indestructible”…
¿Y quien convencerá de alguna cosa a un “sordo que no quiere oír”? … No seré yo con mi débil capacidad argumentativa… No seré yo contra la fuerte capacidad argumentativa de él y las propias opiniones férreas que forman su personalidad granítica…
Mi propio “mundo interior” es solo mío y nadie puede verlo, sentirlo, entenderlo… La Luz que ilumina mi “Mundo Interior” es tenue: yo no soy un Sabio, un “Maestro de hombres”… Nunca conseguiría convencer a ese mi amigo de cualquier “realidad” existente en mi Mundo Interior en penumbras… Jamás iría a conseguir convencerlo de que dentro de él propio existen también “potencialidades” que no sabe ni sospecha que existen… El peor sordo es aquél que no quiere oír, quien no tiene Ojos de Ver, no consigue ver “Algo Más” que existe para “allá” de la realidad más grosera que nos envuelve y absorbe…
Por eso, en el sueño yo decía para él (en realidad, no tenía la “apariencia visual” de él, pero yo sé que era él por detrás de una especie de “máscara onírica”) yo decía que yo también iría para España siguiendo su ejemplo, pues sabía en el sueño que eso él quería oír, y que si le dijese algo “diferente de su opinión”, él me iría a atormentar con sus incansables argumentaciones para defender sus opiniones y actitudes con tenacidad inagotable… Yo le decía en el sueño, que en mi condición de “viejo solitario y sin lugar donde caer muerto”, imitarle e ir para España sería lo mejor que podría hacer… Si yo le dijese que él continuaba a querer construir “algo perenne con el polvo de este mundo” y que estaba equivocado al proceder así, iría a me ametrallar con una rajada de argumentos para defender sus “posiciones” y demostrar que mis posiciones, al sustentar que somos “algo más que lo que tenemos de palpable”, son erróneas e insustentables…
Quien sabe, algún día consigo juntar fuerzas para enfrentar ese mi amigo, para decirle que él no tiene para donde correr, que él en vez de correr para España, tiene que correr para dentro de él mismo, para encontrar algo de “más verdadero e indestructible que existe dentro de él”, que él tiene que parar de construir “castillos de arena” porque con eso nada de Indestructible construye…
Quien sabe, algún día voy a conseguir convencerlo de que ir por el camino que sigue y que él piensa que le llevará para el Paraíso, es en realidad “el camino del Viejo de Narayama” que llevaron este para el “abismo de la desesperación”… Quien sabe, le convenzo algún día de que existe “El Camino de la Viejita de Narayama”, y que eso no son apenas “alucinaciones de un viejo decrépito” como yo…
Ese mi amigo, no es tan drástico y brutal como los “inquisidores medievales” en defensa de sus convicciones, mas aparentemente es tan inamovible como ellos en su “opinión formada”… Es obvio, que la “verdad” por la que mataban y se dejaban matar los antiguos “inquisidores” es diferente que la “verdad” de ese mi amigo, pero cabe hacer el “paralelo” entre los dos casos, por la actitud “aguerrida y férrea” que encuentro en ambos casos…
¡Paciencia!... Quien sabe algún día encuentro ese mi amigo en un buen momento en lo que se refiere a maleabilidad y accesibilidad… Quien sabe, algún día lo ayudo a cambiar algo en la granítica opinión que le acompaña en relación a este mundo y “Otros Mundos posibles”…
Numazu shi- Japón – 1 / IV / 2001.
Nenhum comentário:
Postar um comentário