terça-feira, 21 de setembro de 2010

89 - QUIETO


Hace un mes atrás me diagnosticaron una enfermedad grave e incurable… por estos días salió el resultado de la “contraprueba”: ¡el resultado anterior no fue confirmado!... Mi “ojo averiado” no quedó peor, a pesar de haber parado con el tratamiento que estaba haciendo… Tampoco estoy queriendo quedar dependiente de remedios para controlar mi hipertensión… Mi amiga médica, la Dra. Rosa, me decía por teléfono algunos días atrás, que debo atender las recomendaciones médicas para cuidar de mi salud… A veces entro en desacuerdo con ella, pues creo que la Naturaleza tiene “su sabiduría”… y la Medicina frecuentemente se excede queriendo tener “control absoluto” sobre nosotros con el pretexto de que “ella” sabe todo, sin dejar un resquicio apenas para la “Sabiduría Natural” se manifestar y “tomar las riendas” de nuestro equilibrio fisiológico…
Continúo escribiendo este “diario” (o “casi” diario)… No tengo ni quiero tener otros compromisos con el mundo… Evito buscar “sarna para rascarme”; evito buscar “cruces ajenas” para cargar… Si aparecer algún “nuevo compromiso” en mi vida, hasta puede ser que lo asuma… desde que esté bien seguro de que es un “encargo del Alto para mí”…
Estoy al margen de los tumultos del mundo… Trecho final de mi camino siendo recorrido sin sobresaltos… Las “amenazas de palazos” del Pastor, por el momento no pasaron de eso mismo, “amenazas”…
Estamos en la Estación de las Lluvias en la Meseta Central Brasileña… Allí fuera llueve de forma copiosa… las aguas corren por las calles buscando los ríos y los ríos buscan el mar… Estoy quieto… ¡El Universo se mueve a mi alrededor!... ¡Quieto!...
Cavalcante – 17 / I / 2002.

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