Es una costumbre por aquí: Oraciones del Séptimo día en el Cementerio…
Estuve yo también, y observé las flores marchitas sobre el túmulo y carteles semi-borrados por la acción del Sol… ¡Solo aquél cartel que yo había retirado y que devolví hoy por la mañana temprano a su lugar, es que estaba bien legible!... De aquí a otra semana todos los mensajes se apagarán, y si llover, hasta antes de eso…
La campanilla japonesa se la di a la madre de la niña junto con mi abrazo…
-¡Morir tenemos!
-¡Ya lo sabemos!
-¡Dios solo!
Cavalcante – 29 / VII / 2002.
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