¡Esta madrugada desperté semi – asfixiado, con falta de aire!… Yo “volví” de un sueño en que me encontraba en un cuarto cerrado y sin ventilación, donde intentaba arrancar un tapón de una pared para facilitar la entrada de un poco de aire…
El “animal en mí” quedó aliviado y muy feliz cuando conseguí levantarme de la cama y abrir la ventana para respirar el aire fresco de la madrugada…
El “animal en mí” respiraba aliviado al entrar en “esta realidad”…
Me acordé de otros “despertares”, dos décadas atrás, aquí mismo, en Alto Paraíso, cuando un “otro Yo en mí” se negaba a entrar en “esta misma realidad”, pesada para él, cuando me parece que volvía de “otros mundos más sutiles que este”…
Dualidad: ¡El Ángel y la Bestia!... ¡Dos entidades dentro de mí, dos procedencias, dos “mundos de origen”!... ¡Este que en este momento maneja el bolígrafo para escribir estas líneas, es el resultado de la “conjunción de dos Naturalezas”!
¡Algún día el “Ángel” y la “Bestia” se separarán!...
¡Bargagain!... Una cruz de hierro señala el “punto culminante” de un pequeño municipio perdido sobre la faz de la Tierra… Esa Cruz también marcará el “punto” de la división entre mis dos Naturalezas: “Algo” en mí, por allí alzará el vuelo algún día, rumbo a la Luz, dejando para atrás “este mundo de sombras” y la “forma carnal” que un día animó…
Alto Paraíso – 14 / VII / 2001.
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