117 - MÉDICO DE MI

Me parece que el dolor en la altura del corazón vino para quedarse ahí… Fuertes pinchazos intermitentes en ese lugar, principalmente a la noche y en la cama: Solo aguanto el dolor boca arriba; si quedo de lado el dolor se hace insoportable… No puedo respirar fondo, toser, o estornudar, porque las cosas quedan peor todavía: los síntomas son parecidos a cuando tuve contusiones en las costillas (lo que ocurrió varias veces en mi vida de trabajador de servicios pesados y practicante de deportes violentos)… Pero ahora el dolor es un poco diferente, más profundo, y tampoco llevé cualquier golpe violento en los últimos tiempos…Además, tengo también el detalle de ayer, cuando perdí las fuerzas en las piernas y me caí… Ahora parece que el origen del problema es realmente cardiaco, al igual que mi madre y otros hermanos de ella que murieron por problemas del corazón… Incluso, mi padre también sufrió de “accidentes cardio-vasculares” en los tiempos finales de su vida…
Los “síntomas” de deficiencias orgánicas por esos lados, son antiguas en mi historia personal: la primera vez que medí mi presión sanguínea, cuando tenía 23 años, el médico constató que tenía presión alta; como él conocía mis padres, todavía comentó que mi caso confirmaba la existencia de “factores hereditarios” en ese tipo de deficiencia orgánica…
Algunos años atrás, mi amiga médica, la Dra. Rosa, me colocó en las manos del cardiologista del Hospital Regional de Eunapolis, donde ella era directora, para que aquél especialista me examinase, el cual constató anomalías cardio-vasculares en mí, y me recetó remedios para tomar sistemáticamente… Como esos remedios tenían efectos secundarios y disminuían mis energías para mantener mis actividades dinámicas, trabajo y deportes, siempre resistí a tomar aquéllos remedios de forma sistemática: solo los tomaba esporádicamente, cuando mi medidor electrónico de Hipertensión mostraba presión muy alta…
En 2.004, quedé muy “cabreado” con el equipo médico del Puesto de Salud de aquí, Cavalcante: ¡Fui a arrancar una muela y no aceptaron hacerlo porque mi presión estaba muy alta!... Yo acepté tomar remedios para bajar la presión antes de arrancar la muela, pero el médico no autorizó la extracción, diciendo que necesitaba tomar los remedios sistemáticamente… Expliqué al médico y a la dentista mis razones por las cuales no tomaba los remedios sistemáticamente, mas ellos se mostraron inflexibles… Como yo estaba saliendo para una tourné ciclista de casi 2.000 km, y sabía que si tomaba los remedios no conseguiría realizarla, allí mismo y en aquél momento declaré mi “independencia” de todo el Sistema de Salud Oficial, de médicos, dietéticos y farmacéuticos… ¡Cogí mi bicicleta y recorrí los 1.800 km que existen entre Cavalcante y Belén de Pará, pedaleando durante un mes!… Después arranqué todos los dientes que todavía me restaban con un dentista mi conocido de Alto Paraíso y coloqué dentadura postiza total…
Mas tarde, hice otros “giros ciclísticos”, incluso El Camino de Santiago, a pié…
Al fin del año pasado, cuando andaba escalando las montañas de los alrededores de esta ciudad de Cavalcante como entrenamiento para escalar montañas mayores de la Cordillera de los Andes, sufrí un accidente del cual todavía estoy en recuperación…
Convaleciente todavía, retomé el trabajo interrumpido de colocar en la Internet mis textos escritos durante estos últimos años, además de acelerar mis “experimentos alimentares”, con disminución de la cantidad ingerida de estos, en mi intento de llegar al Estado de Inedia…
Y ahora… ¡Me parece que el “motorcito” dentro de mi pecho, está empezando a fallar!...
Resisto a la idea de volver a las redes caóticas del Sistema Oficial de Salud, donde muchos mueren en las Salas de Espera repletas de gente esperando ser atendidas y “salvadas” por los “especialistas de la bata blanca”… ¡Ya encaré la muerte otras veces, en mi vida de minero en Potasas de Navarra principalmente, y volveré a hacerlo!… La Parca del Umbral es vieja conocida mía… ¡mi amiga disfrazada de enemiga!...
¡Seré el médico de mí mismo!… Iré preparando las maletas para mi “última escalada a Bargagain”, mientras voy colocando mis textos en la Internet, a disposición de quien quiera leerlos…
No me acuerdo de quien fue que dijo: Los hombres no viven por los remedios que toman y si mueren por causa de ellos…
Ya declaré mi independencia del Sistema, y no volveré atrás… En Bargagain está el lugar que acogerá definitivamente esta “máquina cansada”, lejos de médicos y hospitales… ¡Independencia hasta la muerte!...
Cavalcante – 14 / IV / 2007.