¡Otra forma de “borra mis huellas” pasó hoy por mi cabeza!... La Sierra de Urbasa, empieza en Bargagain y se extiende por muchos kilómetros cuadrados, y no son todos los que en ella entraron que volvieron a salir… Ella es guardiana celosa de muchos misterios: La milenaria “calzada romana”, de la cual existen apenas vestigios perdidos en algunos trechos entre bosques cerrados, fue cruzada por humanos anónimos desde tiempos remotos, humanos esos, con historias personales que el mundo olvidó… Seis décadas atrás, las simas de esa Sierra servían de “depósito de cadáveres”, cadáveres esos que eran el resultado del “instinto sanguinario” que sobrevive en lo más íntimo del Hombre, y que afloró durante la Guerra Civil Española…
Mi Alma dicta estas líneas… y ella quiere volar más alto sobre la faz de la Tierra… Mi cuerpo sería “reciclado” por la floresta…
Alto Paraíso – 15 / II / 1999.
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