quarta-feira, 25 de agosto de 2010

59 - APARTA DE MI ESE CÁLIZ DE HIEL


Acabé de leer El libro de E. Kubler Ross, que ella escribió cuando estaba enferma y dependiente enteramente de terceros para poder sobrevivir.
A pesar de discordar con ella en muchos puntos, causó admiración en mí por su carácter y comportamiento en general… A pesar de ella “saber” que la vida del otro lado de la Realidad (Vida después de esta vida) es mejor que “por aquí”, y “saber” también que sería más cómodo para ella “entregarse y pedir para acabar con los sufrimientos de esta vida”, ella no se “entrega”, quiere tomar el cáliz amargo de esta vida hasta la última gota, pasar por sufrimientos físicos y morales, por la “humillación” de ser dependiente de los otros para “continuar viva y sufriente”… Ella fue coherente hasta el fin, con sus directrices de pensamiento y comportamiento de toda su vida…
De mi parte, no estoy preparado todavía para vivir una situación tan humillante como la de ella, y creo que ni lo voy a estar nunca, además de no sentir en lo más recóndito de mi ser, que pasar por eso sería de alguna necesidad para mi “evolución espiritual” y ni para la “evolución espiritual” de nadie que me rodea… Por el momento, si no sentir La Voz de Dios se manifestar dentro de mí pidiéndome algo diferente para el final de mi vida ¡mi Narayama Personal continúa válida!... Ella, Elizabeth, tiene sus razones y yo tengo las mías en relación a nuestros respectivos “fin de vida”…
Además de los puntos de discordancia ya expuestos, tiene la cuestión del Libre Arbitrio a separar nuestros puntos de vista y opiniones: ella opina que el “libre arbitrio incondicional” es una realidad incuestionable, con lo cual yo no estoy de acuerdo, ni filosóficamente, ni por el “lado práctico” resultante de esa posición: veo ahí un “agujero negro” para absorver las voluntades de las personas más simples y bien intencionadas, que pasan a ser “manipuladas” por las voluntades de aquéllos más fuertes, manipuladores, y egocéntricos, estos que inculcan en aquéllos el “sentimiento de culpa” como una “herramienta psicológica” de manipulación… El origen y fundamento de esa mi opinión, ya lo expuse en Hilos Invisibles, obra esa ya relacionada en un capítulo anterior…
Alto Paraíso – 11 / VII / 1999

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