
De nuevo en Alto Paraíso, para recoger algunas cosas mías que habían quedado por aquí. Voy a quedar por aquí dos semanas, pues en los próximos días, por causa de los dos fines de semana prolongados, aparece mucha gente en la casa de playa de mi amigo Bernardo, en la cual estoy viviendo…
Mi presión anda alta, a pesar de estar practicando bastante natación… ¡Acabé tomando los remedios que quería evitar!... Estoy temiente de sufrir accidentes cardiovasculares, y ahora también, con los problemas en mis ojos, temor también de que todo quede peor en ellos también… Miedo de quedar un “trapo” y dependiente de la ayuda de los otros para continuar vivo… No veo a nadie a mi alrededor con la responsabilidad de cuidar de mí… Deploro hasta en pensar que eso pueda venir a ocurrir… ¡Dios mío, concédeme la Gracia de poder llegar a mi Narayama personal, allí en la cumbre de Bargagain!... ¡Líbrame Tu que todo lo puedes, de esa humillante dependencia!...
¿Orgullo?... ¿Egoísmo?... Prefiero pensar que no es eso de mi parte… Es el resultado de mi recusa íntima a la idea de una sociedad humana anti-natural, formada de minusválidos, dependientes del prójimo para “sub-vivir”, así como pusilánimes y egocéntricos empeñados en poner el Universo a girar alrededor del propio ombligo… ¡Desapareced bacterias patogénicas y parásitos del Planeta Gaia!... ¡Que la “acción profiláctica”, empiece por mí mismo!... ¡Es mi gesto de protesta, incluyendo mi propio sacrificio como ejemplo!...
¡Salve Gaia sana!... ¡Salve el Nuevo Hombre y el Nuevo Mundo!... ¡Que muera lo que tiene que morir, incluso el “hombre viejo”, con su auto-piedad, miedos, limitaciones, ilusoria auto-imagen viéndose como el “Centro del Universo”!... El “viejo hombre” queriendo se inmortalizar en su forma actual, desempeña en realidad el papel de “cáncer del Planeta”!...
¡Vivan los Budas, Cristos, la “Viejita de Narayama”, las “células sanas” del Planeta!... ¡Viva Gaia sana, jazmín del Jardín de las Estrellas!...
Alto Paraíso – 20 / IV / 2000.
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