quinta-feira, 26 de agosto de 2010

69 - MUERTE: INSTINTO Y RAZÓN


He reflexionado mucho sobre la muerte y estoy seguro ahora de que ella es el menor de los males: es tan natural morir como nacerFRANCIS BACON.

En el aspecto racional, cualquiera puede estar de acuerdo con ese filósofo… Racionalmente, hasta podemos minimizar la importancia de la muerte, como Paulo Coelho lo hacía algún tiempo atrás en una entrevista a la TV que yo satirizaba en otro lugar… En un plano de discusión más elevado, hasta podemos estar de acuerdo con Andersen, cuando este decía que Nada muere cuando una criatura muere, porque Dios no muere junto con su criatura… Comprender todo eso, no garantiza que en la hora “X”, y debido al “apego instintivo” del alma a la “forma pasajera”, nos haga dejar de temblar y queramos huir a lo Inevitable…
Bacon, P. C. y Andersen juntos con sus discursos, de poco irían a servir para “el viejo de Narayama” poder controlar su terror ante la presencia de la Muerte que se le aproxima… Por naturaleza el instinto es más fuerte que la razón, pero eso “puede y debe” ser cambiado…
El “cambio” no se produce repentinamente y si hace parte de un “proceso gradual” que debería acompañarnos durante el “recorrido de la vida”… Durante ese “recorrido” habría un “desnudamiento psicosomático” gradual de todo lo que nos ata a esta “realidad pasajera”… Hasta puede ser que existan seres tan elevados, que desde su nacimiento tienen la “aceptación de la muerte” que podemos observar en la Viejita de Narayama… Tal vez los “Avatares”, los Grandes Guías de la Humanidad, tienen esa Conciencia Superior inherente de ser Enviados del Alto, y junto con eso acepten la “muerte” como apenas Una vuelta para el Hogar Verdadero… Pero los “hombres comunes”, deberíamos incluir dentro de nuestro proceso de perfeccionamiento a ser desarrollado durante nuestra vida, ese “desligamiento gradual” a todo lo que nos liga a este “mundo pasajero” y que culmina en el momento de La Muerte, entendida esta como un “pasaje” para una Realidad Superior…
Espero que cuando “mi hora” llegar, estar tan preparado para el “acontecimiento” como La Viejita de Narayama lo estaba… Y si eso ocurrir de improviso, tengo la Fe en Dios de que Él vendrá acompañando a “Su Mensajera”, al igual que lo hizo en relatos diversos que conozco catalogados como Vivencias de Casi Muerte
La “entrega a Él”, de cualquier forma tiene que ocurrir… Hago mi parte escogiendo el modelo de La Viejita de Narayama, y rechazo el “modelo” del viejo…
¡Avanzando con Fe en el Mayor, recorremos nuestro “camino” por este Mundo!...
Alto Paraíso – 17 / VI / 2000.

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