quarta-feira, 25 de agosto de 2010

50 - UN RAYO DE SOL


Hace tres semanas que llegué a España. Cuando llegué aquí, traje una tos persistente que se instaló en mi durante el viaje (en los aeropuertos internacionales modernos, no solo existe el intercambio de monedas y lenguas, mas también de gérmenes patogénicos)… Bromearon conmigo diciéndome que traje como obsequio una maleta llena de “virus”; respondí con más bromas, pero a solas estuve pensando: -La imagen del “Tío de América” cambió con el tiempo; antes era una maleta llena de oro que él traía como equipaje, y ahora yo… soy el “tío vagabundo de América” que solo trae problemas… tos, ocupación de espacio, y no sé lo que más de negativo que parece que están viendo junto con mi presencia… “El Bien que quiero hacer no hago y el Mal que no quiero hacer es lo que hago”, como Paulo de Tarso decía…
Poco a poco, con la mejora de mi estado físico, la “cabeza” también mejoró… Observo aquéllos a mi alrededor que me observan, y deduzco: -Ellos me ven como una figura extraña e intrigante… una mezcla de gitano, aventurero, vagabundo, irresponsable, fracasado…
Soy lo que soy, estoy donde era para yo estar en este momento, en este banco de un jardín público de Vitoria, escribiendo estas líneas sobre mis impresiones que los otros parecen tener en relación a mi “presencia”…
En Alto Paraíso, vivo una situación parecida con esta que vivo aquí: Siento que por allí también soy visto de forma variable, pero siempre como una persona “extraña e intrigante”… Algunos me ven como una “figura-reliquia” de la llegada de los primeros pioneros Alternativos de la Nueva Era y por lo tanto me observan con algún respeto, ya otros que tienen preconcepto contra aquéllos “pioneros” parece que me definirían mejor como “uno de aquél bando de locos que llego por aquí hace mucho tiempo con el Proyecto Rumbo al Sol, una empresa que solo acabó en riñas y desastres”… Incluso, existen muchos que ni perciben que yo existo, como si yo fuese una sombra o un fantasma…
Y hablando de “fantasmas” estuve en Menorca, para hacer una visita a mi hermano Juan Carlos… Aquélla isla está llena de ruinas megalíticas dejadas por los pueblos que habitaban por allí entre 2.000 y 4.000 años atrás… Hoy en día, ya no hay más rastros de las personas que vivían en aquéllos tiempos por allí, líderes, guerreros, constructores, artesanos, campesinos y parias de aquellas sociedades. Nadie sabe de sus luchas, sueños y anhelos… Sobró apenas los restos de las ciudades que levantaron… Ellos se transformaron en “fantasmas”… Tal vez, hasta sus “fantasmas ectoplasmáticos” (dicen que estos sobreviven durante algún tiempo a la muerte del cuerpo) se diluyeron con el pasar de los siglos… ¡Nada restó de ellos!...
Conmigo ocurrirá igual: De aquí a algunos años nada sobrará de mi “presencia física”; viviré un poco más en la memoria de los que me conocieron; si estas cosas que estoy escribiendo últimamente llegan a ser conocidas, mis “rastros” durarán un poco más al igual que mi “fantasma ectoplasmático”… Mas al fin, yo, mis restos y rastros, los edificios de Vitoria que me rodean, los rascacielos de Nueva York, las piedras megalíticas de Menorca, todo volverá a ser polvo, olvido, nada, y… Potencialidad de “venir a ser”… Y lo que resta es… ¡El Misterio Insondable de la Existencia!...
Y por detrás de ese “panorama” descrito, hay “nada” para aquéllos que no creen que exista “algo más” que aquello que puede ser sentido y comprendido… O existe un “Dios Juguetón” jugando a “construir y destruir” mundos, para aquéllos que creen que ese sea el significado de la “realidad” en que estamos sumergidos… Para mí, somos apenas “instrumentos” de un Gran Artesano que está ocupado en construir una Gran Obra que es el Universo en “trasformación / evolución” y que parcialmente “veo / entiendo”… La visión axacta de la situación escapa a mis limitados “ojos / entendimiento”…
¡Pero hoy gracias a Ti, en Ti creo mi Padre!...
Vitoria – España – 15 / VI / 1999.

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